Reflexiones sobre el sida en el mundo

Han pasado 30 años y la prevención sigue siendo el caballo de batalla del virus del SIDA. Una enfermedad que en la década de los 80 era letal y que en un primer momento fue clasificada como un tipo raro de neumonía y de cáncer. Hasta nuestros días, el SIDA ha acabado con la vida de más de 30 millones de personas.

Asociado a homosexuales y drogadictos, pronto cayó ese mito, evidenciando que el virus de la inmunodeficiencia humana no entiende de géneros ni condiciones. Actualmente 2.500 jóvenes en todo el mundo siguen contrayendo la enfermedad a diario.

Los esfuerzos de la comunidad científica han logrado que lo que ayer era una sentencia de muerte, hoy es para muchos una enfermedad crónica con la que se puede aprender a convivir. Incluso con la que se puede seguir amando. Pero los expertos creen que el descubrimiento de los antirretrovirales también ha relajado los hábitos de prevención. Y del tabú se ha pasado a la indolencia.

En dar respuesta al VIH cada año se invierten miles de millones de dólares. Para combatir la enfermedad en el año 2015, ONUSIDA señala que se necesitarán al menos 22.000 millones de dólares, ayudando a impedir 12 millones de infecciones nuevas y 7,4 millones de muertes más en la próxima década. La información y la aceptación también son poderosas herramientas.

Cerca de 2.500 jóvenes contraen el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que provoca el sida, diariamente en todo el mundo, según un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), presentado en Johannesburgo.

Según el documento, elaborado por Unicef conjuntamente con otras agencias de Naciones Unidas y el Banco Mundial, el 41 por ciento de los contagios se producen entre personas de 15 a 24 años, lo que sitúa a este grupo como el de mayor riesgo, con una cifra de entre 4,3 y 5,9 millones de casos en el mundo.

Pese a que la prevalencia de la enfermedad, cuya existencia se confirmó en junio de 1981, en los jóvenes se ha reducido en los últimos años, el riesgo entre niñas y adolescentes es «desproporcionado».

Se calcula que en torno al 60 por ciento de los jóvenes seropositivos son mujeres; una cifra que se eleva al 72 por ciento en el África subsahariana, la región mas afectada del mundo según el informe de Unicef «Oportunidad en crisis: prevención del VIH de la adolescencia a la juventud».

«Para muchas mujeres la infección es el resultado del maltrato, la exclusión y las violaciones que se producen con el consentimiento de sus familias y autoridades», aseguró el director ejecutivo de Unicef, Antony Lake, en palabras recogidas en un comunicado facilitado a la prensa durante la presentación.

Según los datos de la agencia de Naciones Unidas para el Sida (UNAIDS), incluidos en el documento, Sudáfrica y Nigeria son los dos países del mundo con un mayor número de casos entre jóvenes de 15 a 25 años, con una cifra estimada de medio millón de personas afectadas.

Sudáfrica encabeza la lista de nuevos contagios en todo el mundo, con cerca de 190.000 nuevos seropositivos durante el año 2009, según los datos de UNAIDS, y la mayoría de ellos no saben que padecen la enfermedad.

«Es vital realizar pruebas tempranas. Nos hemos propuesto realizar 15 millones de análisis para finales de junio, y 11,9 millones de sudafricanos ya conocen si están infectados o no», explicó hoy durante la presentación del informe la doctora Dlamini, directora médica del departamento de Sanidad de Sudáfrica.

Nicola Willis, una de las fundadoras de la ONG Africaid, con sede en Zimbabue, destacó la necesidad de extender los tratamientos y luchar contra el estigma social de padecer sida. «El 26 por ciento de los jóvenes con los que trabajamos se quitaron la vida en el último año debido a la presión social», alerto Willis.

Elhadj As Sy, director de Unicef para el este y el sur de África, reconoció que el sida «ha demostrado ser la peste de nuestras sociedades» y agregó que «no es un informe nada agradable, pero es el panorama al que nos enfrentamos».

 

Los con y los sin

A veces definimos las personas en función de lo que tienen y otras según lo que no tienen, ambas cosas es un error por que las personas no tienen que ver con sus posesiones o la falta de éstas, estos aspectos materiales que nos pueden acompañar de una forma u otra a lo largo de la vida, sólo definen unas características temporales que no tienen implicación real en lo que somos y por lo tanto poco dicen de nosotros, en cambio son nuestras actitudes, nuestras acciones y nuestros pensamientos los que dicen lo que somos y lo que nos puede definir en cierta manera.

En base a este principio queda claro que para mí el concepto de “sin techo” tan oído últimamente, es un concepto que me repatea el sentido común y el sentimiento, yo prefiero hablar de personas que por diferentes cuestiones de la vida, se encuentran carentes de vivienda pero que eso no las minusvalora ni las define sino que son personas que están pasando por unas condiciones sociales y económicas que les dificulta más su vida diaria, condiciones que deben ser analizadas en su actualidad y en su raíz, para buscar la manera de ayudarlas a que ésas misma personas las superen y puedan vivir en unas condiciones óptimas y dignas, entendiendo siempre que es la persona la que debe y puede salir de su situación y que tiene todas las potencialidades necesarias para ello, y respetando siempre su decisión, su ritmo y sus pensamientos.

Si bien no estoy de acuerdo con la existencia de este concepto, entiendo la necesidad de su existencia como forma de catalogar una situación de cara a poder reducir y enmarcar una serie de características que nos lleven a la mejor explicación del problema y a la búsqueda de soluciones, desgraciadamente desde el Trabajo Social nos vemos usando términos no muy gratos pero que explican situaciones que se dan en la sociedad y que es función de la profesión trabajar para su erradicación.

Las personas sin hogar son la forma visible en la sociedad de la extrema pobreza, a lo que se les une una estigmatización social que otras problemáticas sociales no padecen. La ciudadanía establece un concepto de inclusión y exclusión para entender la sociedad dando valor a las personas que están dentro y quitándosela a los de fuera.

Para lograr esa inclusión desde el punto de vista social tenemos como cauces fundamentales la familia y el empleo y a nivel de la Administración por medio de los sistemas de protección se deberían poner remedio a los distintos déficits que puedan estar impidiendo a nivel individual o social esta inclusión, poniendo en marcha políticas sociales efectivas y de carácter universal que garanticen el acceso a la sanidad, educación, vivienda, pensiones y servicios sociales, entendiendo que su función es a este nivel facilitador y que luego es el esfuerzo y la toma de decisiones del individuo lo que tiene un peso específico e importante en la redefinición de su camino y organización de su vida.

La problemática de las persona sin hogar está íntimamente relacionada con el concepto de exclusión social tal como se ha dicho, este proceso de exclusión puede darse en el ámbito económico, laboral, formativo, sociosanitario, residencial y relacional y puede combinarse con los ejes de edad, sexo, origen y/o etnia que al combinarse todos puedan dar las claves de análisis de las situaciones concretas.

A partir de los años ochenta como resultado de la privatización de la vivienda y de los cambios en el mercado laboral el problema de las personas sin hogar ha ido creciendo en toda Europa debiendo los países y las personas que trabajan en este ámbito hacer un esfuerzo importante en consensuar una definición que describiera de forma clara este fenómeno complejo y diverso, en este sentido podemos destacar la definición aportada por la Fédération Européene des Associations Nationales Travaillant avec les Sans- Abrí (FEANTSA) que expone que: “una persona sin techo es toda aquella que no puede acceder o conservar un alojamiento adecuado, adaptado a su situación personal, permanente y que proporcione un marco estable de convivencia, bien sea por falta de recursos económicos, ya sea por razones económicas o por tener dificultades personales o sociales para llevar una vida autónoma”. Con lo cual vemos que a nivel europeo se define este concepto no limitándolo solo a las personas que carecen de vivienda sino ampliando las circunstancias de precariedad y problemática social.

Es evidente que este problema es necesario abordarlo de una forma global e integral buscando tres ejes prioritarios de intervención la ocupación, la inclusión social y la promoción de la igualdad de oportunidades, la dedicación de tiempo a su valoración y de recursos no sólo económicos, sino personales que dediquen los gobiernos es un tiempo que va a redundar de forma directa y positiva en mejorar los condicionantes sociales de las personas que lo padecen y a su vez va a mejorar la calidad de vida de la sociedad en completo, por lo que es necesario que no sea un tema dejado a la deriva sino que se ponga el freno necesario para que no siga creciendo.

Ética profesional

La ética es un tema que siempre he entendido que tiene una implicación mayor de lo que parece en nuestra vida diaria y que tiene relación directa con la calidad de vida de las personas y con el desarrollo tanto de los individuos como de la sociedad, la cual no puede avanzar en sentido positivo y constructivo si sus individuos, grupos e instituciones no se comporan bajo unos criterios éticos comunes y bien definidos que por supuesto nada tienen que ver con la moralidad religiosa y éstos no deben ser tampoco manipulados ni pretender ser impuestos sino que deben sugir del consenso.

La ética debe estar íntimamente unida a la reflexión, al sentido común, al respeto, a la soildaridad y a los derechos humanos y la ética debe ser algo tan inherente a cada ser humano y a cada institución de la sociedad que llegue a ser algo tan normalizado como respirar y además algo tan valorado como el aire que respiramos.

A nivel profesiona es importante que las actuaciones estén dirigidas bajo una ética profesional coherente y que los Códigos Deontológicos de las profesiones no sean algo a lo que se hace referencia en alguna ocasión sino que sea una práctica diaria normalizada en cada acto y toma de decisión del quehacer profesional.

Actualmente nos encontramos por lo menos en las profesiones relacionadas con los servicios sociales que tienen entre sus objetivos principales el apoyo y ayuda a las personas con una falta considerable de la utilización de criterios éticos a la hora de tomar decisiones. Nos encontramos con profesionales sobradamente preparados a nivel técnico que han olvidado utilizar el código deontológico de su profesión como herramienta fundamental en su trabajo.

Esto tiene una implicación directa en la calidad de la intervención profesional y por tanto del servicio que se ofrece a los usuarios y supone un descrédito a la profesión ya que se van bajando los niveles de calidad y con éstos baja el nivel de aportación de esa profesión a la sociedad.

Buscando el origen de este problema llego casi siempre a una de las fuentes del mismo: la educación. DEjando a un lado la educación a nivel general y la falta existente  en nuestra sociedad de valores éticos y de respeto a los derechos de los demás y a la solidaridad, los cuales han ido en los últimos años cayendo en picado, nos podemos centrar en la educación a nivel universitaria, ya que es ésta institución la que tiene el trabajo de formar correctamente a los profesionales que acabado este proceso educativo deberán no sólo ejercer la profesion dando a sus usuarios el nivel más alto de calidad posible sino que tienen el deber de a través de su ejercicio profesional de dignificar la profesión.

Muestra de que parte de la responsabilidad de este fallo ético lo tiene la Universidad está en sus bibiliotecas, que son un reflejo de las carencias formativas en este sentido. Si nos vamos a la Universidad de La Laguna en el CAmpus de Guajara a la biblioteca en su 5ª planta, donde se forman los futuros psicólogos vemos que la estantería dedicada a este tema presenta un vacío bastante triste, con muy pocos libros y éstos más bien de carácter general, no encontrando ningún sibro sobre el Código DEontológico de Psicología ni sobre la ética profesional, como estudiante de psicología me hace platearme el vacío educativo al que me enfrento y  entiendo que este proceso va a correr por mi cuenta, y si bien entiendo que el individuo debe estar capacitado para solventar estos vacíos y mejorar su propia educación veo que no tengo a mi disposición con facilidad los medios para saltar esta barrera, lo cual me explica en cierta manera el problema que vengo advirtiendo desde hace tiempo en los cursos y reuniones con distintos profesionales a lo largo de mi ejercicio profesional.

¿Cómo podemos exigirles a los profesionales en activo una correcta utilización del Código Deontológico si en la universidad, cuna de su formación, esta materia no tiene la suficiente importancia?

Podemos llegar a esa exigencia si entendemos que el correcto ejercicio de una profesión debe ser parte de la autoexigencia del individuo, pero quizás esto no es del todo justo por que al individuo en general la sociedad le limita el acceso a una educación ética y en valores adecuada, enviándole mensajes continuos de que esto no tiene valor en sí mismo y encima la institución encargada de darle las herramientas necesarias para el desarrollo de su profesión para por alto, rozando sólo en parte el asunto de la ética, desvalorizándolo de forma sistemática y casi apartándola del modo de ejercer la profesión, por lo tanto no es de extrañar que los trabajadores sociales, psicólogos y educadores del futuro tengna un concepto lejano de la ética.

Documento marco de Trabajo Social para las enfermedades raras

p://www.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/library/plantillas/externa.asp?pag=..%2F..%2Fpublicaciones%2Fdatos%2F461%2Fpdf%2FTrabajoSocial2011.pdf

Este documento marco de Trabajo Social para las enfermedades raras creado por el Servicio Andaluz de Salud, puede ser muy interesante sobre todo para aquellos profesionales que trabajen dentro del ámbito sanitario.

Esbozo de la exclusión social en Canarias

La pobreza es un hecho al que tienen que enfrentarse muchas personas a nivel mundial, ésta es entendida como la carencia de recursos para satisfacer la necesidades consideradas básicas, que influyen en la calidad de vida de las personas, existen diversos grados de pobreza habiendo una diferenciación entre pobreza absoluta y relativa; este concepto lleva a la persona a una situación de marginación y exclusión social que tiene una serie de problemáticas personales y familiares añadidas que deben ser atendidas por las politicas de inserción social, las cuales son unas medidas fundamentales y de gran importancia a la hora de conseguir un mayor desarrollo de una sociedad. Estas medidas son consideradas por ciertos sectores de la población y de los políticos como un dinero perdido, lo cual es reflejo de una falta de concienciación social y de un verdadero análisis de la realidad, de las necesidades y de la economía, ya que invertir en políticas de inclusión social es una inversión sumamente interesante para la mejora global de la población y tiene efectos directos en la mejora de la economía.

La crisis económica actual es una realidad mundial pero en Canarias va adquiriendo una mayor dimensión, tanto las estadísticas del Instituto Canario de Estadística (ISTAC) como de la Encuesta de Población Activa (EPA) y las realizadas por el Ministerio de las Administraciones Públicas (MAP) nos exponen a la luz que estamos en los primeros puestos de parados y que la población canaria posee una tasa bastante elevada y cada vez más creciente de personas que viven en el umbral de la pobreza o dentro de los límites de la pobreza relativa. Asumiendo esta estadística como cierta, ya que  lo que se ve cada día en la calle parece constatar la veracidad de las estadísticas oficiales, es evidente que las políticas de inclusión social para Canarias no son sólo una inversión interesante sino una inversión urgente y necesaria.

El aumento de las personas en exlcusión social o en riesgo para estar en ellas es una realidad palpable en el contacto diario en la calle, por eso es importante definir que cuando hablamos de Exclusión social, hablamos de procesos, situaciones y mecanismos en función de los cuales una parte de la población (personas, grupos o territorios) quedan limitados o ajenos a la participación en los intercambios, y derechos sociales y económicos reconocidos, poseem una carencia económica importante, una dificultad para el acceso al empleo, un escaso acceso a la educación, dificultad para acceder a la vivienda digna, graves carencias de salud, y dificultad para el acceso a la justicia. Con una población que padece este tipo de dificultades en progresivo aumento el Plan de integración social contra la pobreza y la exclusión social en canarias no sólo era necesario en su momento de implantación sino que actualmente es urgente su revisión y análisis siendo básico la creación de un nuevo plan con nuevas estrategias que aborden de forma más efectiva esta situación, centrándose todas las actuaciones en éste. La inversión económica y de recursos en este aspecto es vital, urgente y necesaria.

La Confederación Estatal de Personas Sordas reclama la necesidad de un protocolo estándar de acceso al 112 en Europa

ttp://www.fundacionluisvives.org/actualidad/noticias/archivo/2011/08/17/la_confederacion_estatal_de_personas_sordas_reclama_la_necesidad_de_un_protocolo_estandar_de_acceso_al_112_en_europa.html

Hay determinados aspectos en cuanto a la accesibilidad de las personas con discapacidad que en  nuestra vida cotidiana no nos las planteamos, pero en cambio para las personas que tienen este tipo de problemas suponen un aspecto importante que necesitan sea cubierto por las administraciones públicas, ya que es un tema que atañe a muchas personas.

Las personas con déficits auditivos tienen que enfrentarse a una problemática en cierta manera diferente que la de las personas que padecen otro tipo de discapacidad, y es la relacionada con los problemas de comunicación, éstos son más importantes en estas personas, ya que alguien ciego o que tiene que ir en silla de ruedas pueden comunicarse normalmente con otras personas, en cambio las personas sordas muchas veces se ven imposibilitadas para relacionarse y se ven envueltas en un aislamiento social que les lleva a otro tipo de problemas.

¿Te habías planteado cómo una persona sorda puede hacer una llamada de emergencia si le está pasando algo? para ellos es muy dificil. por eso la Confederación de Personas Sordas reclama un protocolo para el acceso a las llamadas al 112 en Europa.

Esto sería un paso interesante en cuanto a mejorar las condiciones de comunicación y de integración social de estas personas, si bien todavía les queda mucho por conseguir. En este aspecto, yo  me pregunto ¿por qué en el sistema educativo se da tanto énfasis en el estudio de otros idiomas y no existe una asignatura para aprender la lengua de signos? Personalmente creo que uno de los retos importantes que tiene el sistema educativo es adecuarse para conseguir que éste sea realmente un medio para que la normalización y la integración de todo tipo de personas sea una realidad. No nos deberíamos conformar con la existencia de centros especializados, o que determinados colegios tengan personal especializado para atender las necesidades educativas de estas personas, deberíamos tender a que toda la población pudiéramos conocer la lengua de signos como parte de un sistema educativo desarrollado que tenga en cuenta la diversidad y sea favorecedor de la integración de las personas con discapacidad.