Situación de precariedad económica en Canarias

   Evidentemente la situación de precariedad económica por la que estamos pasando no es una cosa única de nuestro territorio pero parece algo evidente que aquí se va empeorando de forma notable, muchos son los condicionantes que hacen que un problema global sea más grave en un territorio que en otro, desde los políticos que no saben gestionar de manera adecuada y racional los recursos que son de todos y que están en sus manos, hasta la existencia de un proceso educativo con múltiples fallos que ha ido creando una tendencia cada vez más creciente al fracaso escolar y al abandono de los estudios y que parte de sus frutos se ven en la actualidad.

    En el Canarias 7 de hoy aparecen unos datos que debería alarmarnos más de lo que hace, pero en realidad estamos tan acostumbrados a ver estas estadísiticas que parece que no nos hacen mucho efecto. En el pasado mes de Julio Canarias registra la escandalosa cantidad de 253.629 personas en situación de desempleo, ésta situación viene aparejada no sólo de la problemática evidente de tener que vivir con una reducción importante de los ingresos que hace tambalear de forma drástica la economía familiar más si cabe en aquellas familias que tienen más de un miembro en paro sino que también conlleva unos problemas emocionales y sociales por estar en esa situación, desgaste convivencial, desgaste de las redes sociales de apoyo, ansiedad, depresión, y más en una sociedad que hemos ido dando primacía al individualismo, por lo que la protección social-relacional ante situaciones de crisis personales y familiares no son como antes, en las que la familia extensa y/o amigos creaban una especie de «colchón» que permitía una cierta tranquilidad a la hora de pasar por esta situaciones. Ahora la persona debe enfrentarse al desempleo y los condicionantes sociales, económicos y psicológicos que conlleva de una manera más drástica y aislada del apoyo.

    La situación de precariedad económica puede analizarse desde un punto de vista global o desde el caso particular, es importante no olvidar que detrás de la estadística está una persona y su familia que viven su problemática de una manera diferente a la de otra, pero como no podemos conocer las circunstancias por las que están pasando esos 253.629 parados canarios si es interesante valorar ese punto de vista más global que nos dan las estadísticas para analizar e intentar saber cómo lo están pasando esas familias.

    El 35% de los parados canarios están percibiendo en la actualidad la prestación por desempleo, dicha prestación varía en función de los ingresos del último empleo de la persona y según estudios el mayor número de desempleados vienen de la construcción y del sector servicios donde sus sueldos no eran muy elevados antes de la crisis por lo que podemos entender que estas prestaciones no son muy elevadas tampoco, con lo que estas personas se enfrentan a una reducción notable de sus ingresos con los que tienen que hacer frente al pago de la hipoteca, suministros básicos y alimentación de toda la unidad familiar.

    EL 39% no tienen derecho a prestación por desempleo y deben percibir el subsidio por este concepto bajando sus ingresos hasta 300 o 400 euros dependiendo de los miembros de la unidad familiar, ¿cómo pueden llegar a fin de mes estas familias? aunque ya es más lógico preguntarse cómo pueden llegar a mitad de mes.

  Y siguiendo con los porcentajes el 34% de los desempleados canarios se encuentran ajenos a este sistema de prestaciones no teniendo en principio posibilidad de cobrar nada, con lo cual la pregunta que se le hacía al grupo anterior carece totalmente de sentido en este caso.

  Por lo tanto las estadísticas nos ponen de manifiesto una problemática real y de gran importancia que se está dando en las Canarias y que debe ser prioridad número uno para nuestros políticos.

   Desde el trabajo social las acciones que se proponen o podrían poner en marcha son muchas y todas van encaminadas a una mejora de la formación y de las condiciones de acceso al empleo de las personas, las cuales deben ir de forma paralela con la creación de puestos de trabajo y deben estar totalmente alejadas de acciones que busquen la limitación y el aumento de la precariedad de las condiciones laborales. Es evidente que aunque la formación y la búsqueda de cauces para aumentar la empleabilidad de estas personas son opciones necesarias y urgentes para paliar la situación no son suficientes porque estamos hablando de un 34% de desempleados que carecen de cualquier fuente de ingresos económicos y por lo tanto es necesario que accedan a un empleo de forma directa y posteriormente se realicen acciones para garantizar esa empleabilidad así como el mantenimiento de los ingresos, no son válidos realmente los contratos tan de moda en los últimos tiempos llamados de convenio, que sólo garantizan unos 6 meses de trabajo y hacen entrar a las familias en una especie de tiovivo de inserción-exclusión aumentando más si cabe los problemas sociales asociados, es necesario el acceso a un empleo en condiciones dignas y estables y con ello a la vez que el sistema de protección que lleve aparejado ayudas económicas tenga una mayor efectividad y sea puesto en marcha con una doble vertiente clara el poder acceder a prestaciones económicas que faciliten los mínimos de condiciones de vida y que se pueda acceder durante el tiempo de percepción de dichas ayudas a procesos formativos y de inserción social que ayuden a que la persona no vuelva a verse en las mismas condiciones y pueda acceder a un empleo que evite el tan temido «enganche» a los servicios sociales, tema que ha sido de mucha preocupación por los profesionales que trabajan en ese tema desde hace mucho tiempo

La Federación internacional de Trabajadores sociales y su implicación en la ética.

La Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) es una organización es una organización a nivel mundial que redirige sus esfuerzos en trabajar por la justificia social, los derechos humanos y el desarrollo social, fomentando la mejora de las prácticas de los trabajadores sociales de todo el mundo y buscando una mejora también en las instituciones en las que desempeñan su labor.

Uno de los aspectos en los que trata de incidir es en la ética profesional como medida fundamental para aumentar el nivel de calidad y la búsqueda con mejores garantías de un desarrollo social y humano a nivel mundial. Por eso en la Asamblea General realizada en Sri Lanka en julio de 1994 sale un documento estableciendo unos principios básicos sobre el código deontológico.

http://www.ifsw.org/p38000454.html